La publicidad del Grupo 10 Estrellas estaba por doquier
Solo en un día la compañía pautó 115 anuncios en diario El Comercio. Ahora los perjudicados exigen la devolución del dinero que entregaron como “enganche” para reservar un inmueble.
Alrededor de 100 perjudicados por la inmobiliaria Grupo 10 Estrellas
se reunieron ayer en la Plaza República para definir las medidas
jurídicamente a adoptar para recuperar su dinero. Las estafas oscilan
entre los 5.000 y 100 mil dólares.
Hasta el momento, el fiscal del cantón Rumiñahui, Carlos Borja,
estima que el perjuicio asciende a los 500 mil dólares, pero los
afectados aseguran que podría llegar a los 3 millones de dólares porque
varias personas entregaron más de 50 mil dólares para reservar un
inmueble.
La primera resolución fue conformar una directiva que represente a
todos los perjudicados. El abogado que llevará la causa es Darwin
Trujillo, quien también presidirá la comisión porque fue perjudicado con
30 mil dólares. Y se autoconvocaron para acudir mañana a la Fiscalía de
Pichincha para exigir justicia.
Cada uno vive un drama diferente. Graciela Morales le vendió a la
inmobiliaria un terreno en el sector de Quitumbe (sur de Quito), hace
ocho meses, en 15 mil dólares. En febrero pasado la mujer se endeudó con
10 mil dólares y completó 20 mil, monto que entregó a la misma
compañía para la entrada de una vivienda terminada con el ofrecimiento
de que en menos de un mes tendría su casa propia. El viernes se enteró
de la gran estafa por los noticieros: “Perdí todo el trabajo de mi vida.
Ya no me queda nada”, cuenta la mujer, mientras intenta contener las
lágrimas.
Empleados de la inmobiliaria también fueron estafados
Hace tres meses Jorge Cajas se unió al Grupo 10 Estrellas como
avaluador de inmuebles y tiempo después se interesó en uno de ellos. La
compañía le pidió 20 mil dólares de enganche y se comprometió a ayudarle
a tramitar un crédito para financiar el resto.
El 13 de febrero realizó el depósito a una cuenta particular en el
Banco del Pichincha. Cuando Cajas exigió un recibo de la transacción, el
director financiero de la inmobiliaria, Miguel Pérez, se negó a
entregárselo y empezaron las sospechas.
La estafa se confirmó cuando el propietario del inmueble le informó a
Cajas que no recibió ni un centavo de la compañía. Fue ahí cuando
notificaron a las autoridades, quienes dispusieron el allanamiento de
las oficinas de la entidad en Sangolquí, el jueves pasado, y se detuvo a
Julio Diez Merino, propietario; Patricia Nato, conviviente y
copropietaria; Daniela Nato, gerente; Miguel Pérez, financiero; Diego
Patiño, contador; y Ana Rosero, captadora de dinero.
Solo ahí se conoció que en el cantón Rumiñahui ya existían 63
denuncias en contra de la inmobiliaria y tras conocerse la noticia más
perjudicados se acercaron a la Fiscalía de Pichincha.
“Cuando vi el allanamiento por televisión sentí como un baldazo de
agua fría”, relata Rafael M., mientras sostiene en su mano izquierda la
carpeta del Grupo 10 Estrellas en donde conserva el Acta de Compromiso
de Compra y Venta del departamento que había “reservado” en el barrio
La Magdalena.
Un familiar le prestó 5.000 dólares para la entrada, en noviembre del
2011, y los 23.000 dólares restantes los financiaría con el Banco del
IESS, que la semana pasada le notificó que el crédito estaba aprobado.
“Fui con mi familia a conocer el departamento. Estábamos tan ilusionados
y hasta nos distribuimos los dormitorios. Ahora cómo le digo a mi
esposa y a mi hija que no tendremos casa nueva”, se lamenta. El lunes
irá al banco para pedir que se suspenda el préstamo.
La compañía se valió de un “bombardeo” publicitario
Vehículos empapelados con el logotipo del Grupo 10 Estrellas
circulaban por toda la ciudad, edificios y casas con propaganda en las
ventanas y decenas de anuncios en la prensa fueron el mejor anzuelo.
La inmobiliaria operaba como un intermediario entre los propietarios
de los inmuebles y los futuros compradores, quienes podían entregar
dinero en efectivo o terrenos como parte de pago, según consta en uno de
los 115 anuncios que la compañía pautó solo el domingo pasado en diario
El Comercio.
En la Policía Judicial de Pichincha, durante la audiencia de
formulación de cargos efectuada el viernes anterior en contra de los
seis detenidos, varios de los perjudicados mostraban los anuncios del
periódico en donde se promocionaba la inmobiliaria. Pero en los dos
reportajes publicados por el rotativo capitalino sobre la estafa,
ninguna menciona al Grupo 10 Estrellas.
Las oficinas de la inmobiliaria permanecen cerradas desde el viernes.
“Intentamos comunicarnos para pedir una explicación, pero ya nadie
responde”, indicó Roberto Salazar, quien entregó 20 mil dólares de
entrada para una vivienda en Cumbayá.
Antes de que la estafa salga a la luz, la compañía vendía casas y
departamentos usados o hipotecados, terrenos y proyectos inmobiliarios.
En todos los casos se pedía una entrada mínima de 5.000 dólares y se
ofrecía gestionar el financiamiento con alguna entidad financiera. El
Grupo 10 operaba en Pichincha, Tungurahua y Esmeraldas.
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