En investigación un supuesto lavado de dinero en el presunto fraude inmobiliario del Grupo 10




El fraude inmobiliario, en el que 200 personas, aproximadamente, han sido perjudicadas, aún se mantiene como una estafa masiva, indica Gustavo Iturralde, director de la Unidad de Análisis Financiero (UAF).  En la Superintendencia de Compañías, el Grupo 10 Estrellas constaba con una empresa legal.
La compañía funcionaba, en el país, desde hace un año y cuatro meses. Sus operaciones se realizaban en Quito, Cumbayá y Sangolquí. El modus operandi era vender una misma casa a varias personas.
La UAF espera que el Banco Pichincha les entregue un Reporte de las Operaciones Inusuales e Injustificadas (ROII) para determinar la tipificación del caso. “A partir de esa información vamos a hacer el análisis para determinar la existencia de un posible delito de lavado de activos”. Esta información será entregada a la Fiscalía para que sea parte del expediente de la indagación previa, que han iniciado.
El funcionario expresó, además, que según un análisis de las cuentas de los detenidos, no hay un ingreso fuerte por parte de ellos al sistema bancario. Tampoco aparece una salida de dinero al exterior. El grupo también tenía vínculos con el Banco Wachovia, en EE.UU.
“Tengo la sospecha de que es un contrabando físico de dinero; es decir una entrada y salida clandestina de capital”. Esta duda se sostiene en que el volumen de dinero que el grupo estaba manejando y la cantidad de dinero con que han estafado, “debería estar en el Sistema Bancario, pero no está hasta este momento”. Pero esto lo definiría el documento que emita la entidad bancaria.
Al comprobarse, adicionalmente al delito de estafa se sumaría el delito de lavado de dinero. Este caso, indica el director de la UAF, se deriva del caso Marbella de España. Las cabezas del grupo eran el español Julio Díaz, Patricia Anato (esposa) y el contador era Víctor Páez. El representante tiene antecedentes en España.
Por otra parte, Iturralde indica que la Superintendencia de Compañías se encuentra en un proceso de depuración de todas las compañías que están registras en la entidad. De esta forma se evita que haya empresas de pantalla que sirven para lavar dinero.
Además sostiene que” el Banco Pichincha maneja el 70% de las operaciones bancarias del Ecuador. Por esta razón es más proclive para ser utilizado para cualquier actividad ilegal”, por lo que se le ha pedido a la entidad financiera que use dos políticas: la primera es "Conozca a su cliente", que consiste en no abir cuentas a cualquiera, y "Debida Diligencia", en la que se debe tener cuidado al analizar cada caso.

fuente: andes.info

No hay comentarios:

Publicar un comentario